PACHI ORTIZFELICIANO

¿Existe un poder de la caricatura como disidencia política o solo tiene intención de ser gracioso? En la década de 1830: una serie de dibujos mordaces publicados en la revista La Caricature, lograron socavar el gobierno monárquico y conservador del rey Luis Felipe. Fueron bromas las que revelaron con éxito el terreno inestable sobre el cual se encontraba el poder de un estado. Obviamente muy pocas de "buen gusto", bastantes rayando en lo ofensivo. Las técnicas artísticas utilizadas por Daumier (grabador, caricaturista, pintor y escultor francés cuyas numerosas obras ofrecen comentarios sobre la vida social y política en Francia) para denunciar el reinado de Luis Felipe se utilizan con frecuencia hoy para subvertir la censura haciéndola visible y risible ya sea a través de la ausencia o contorsión de contenido o por una deshumanización visual. 


La sátira no siempre es para reírse a carcajadas (de hecho casi nunca lo es), a menudo lo único que consigue es un gesto de asentimiento, pero ese humor, que puede ser muy oscuro, tal vez incite un asentimiento hoy que logre ser una protesta mañana. 


Explorar estas contradicciones coloca al artista en una delgada capa de representación, a veces aguanta, otras no. Los dibujos deben ser vistos en contexto y sin ese conocimiento puede ser un poco confuso como el tema que los motiva, recreaciones graciosas y sugerencias absurdas sino ridículas sobre eventos y personajes actuales. 


Las marcas, las imágenes y la personalidad percibida son el valor agregado en un país, su gobierno y economía, y dedicarse con bastante frecuencia a remenear esas características, rasgos y tendencias no es tan fácil como leerlo puede sugerir. 


Un análisis de caricaturas políticas proporciona información e impresiones sobre las actitudes relacionadas a las acciones políticas y sociales. 


De manera que tal vez debemos siquiera intentar entender o aceptar que no hay en este arte comprometido procedimiento estándar ni proceso garantizado, y jugar con tinta puede dejar manchas pero volvemos. 


Regresamos porque en la miseria de la vida cotidiana, una sonrisa, una risa o meramente un asentir puede ser la diferencia que nos sustraiga del tedio, y si, hasta ser chispa de esperanzas.

pachi / ROF

 


 

EUGENIO HOPGOOD DÁVILA

Esta es la caricatura original que publicó PlanetaKike y que levantó críticas por supuesto machismo, otras por excesivo irrespeto y hasta insultos personales contra el caricaturista Kike Estrada, además de controversias sobre libertad de expresión y el género de la caricatura. Sí, el tema es de hace semana y pico y por varios días ni pude encontrar a PlanetaKike porque no estuvo accesible. Pero aquí mi lectura del asunto. 


Entiendo que la caricatura no es machista y no es discriminatoria contra la mujer. No ataca a Jennffer González "por ser mujer" como se ha planteado sino por su hipocresía política, su disposición a mentir burdamente en un tema tan doloroso para nuestra gente con tal de congraciarse con su jefe político Trump y su círculo. Kike, como artista político en su caricatura lo transforma en una pareja de amantes ocasionales donde ella le dice la gran mentira de que su desempeño erótico fue fantástico y se muestra muy a gusto mientras se destaca de Trump su gesto de sexomaníaco, una característica notoria en él, sumada a su machismo, racismo y todo lo que sabemos, incluyendo su narcisismo y megalomanía, que en el contexto del dibujo, le harían creer el halago.


Expresar esta situación mediante una analogía con una situación sexual es una mirada perfectamente legítima y no ataca a JGo por ser mujer sino por el comportamiento político que da lugar a la caricatura. Lo mismo era válido y posible si la presidenta de EEUU hubiera sido mujer y el comisionado colonial hubiese sido hombre o si ambos fueran hombres o ambas mujeres en una analogía con una situación sexual.


Las críticas a la caricatura parecen haber sido mas abundantes, según un texto escrito luego por Kike, de parte de sectores conservadores tradicionales según los cuáles había sido una falta de respeto intolerable contra la comisionada porque no debía caricaturizarse a una mujer, menos a una líder política en una situación sexual, había que tener mas respeto a las mujeres etc. Otros criticaron a Kike desde un punto de vista feminista. 


La segunda caricatura de Kike sobre el tema, para algunas desde el punto de vista feminista, colmó la copa y dejó ver su sexismo. Entiendo que tampoco lo es. Esta respuesta caricaturesca, según se desprende del texto posterior de Kike y se puede apreciar de la caricatura misma, iba dirigido principalmente a la crítica conservadora. Esta presenta Jenniffer muy republicana, menciona las muertes de María, su declaración sobre la "fantástica respuesta" del gobierno de Trump; la titula "Inmunidad" y abajo salen cuatro figuras en sombra portando unos letreros que dicen: "Miente, pero es mujer"; "Ni con un pétalo de rosa, es mujer"; "Nos clavó pero sin sexo" y "Nada importa si es mujer".


Aquí Kike cuestiona a los que indicaron que "por ser mujer" no se puede ser irreverente y no se puede atacar a González o cualquier otra líder política con mordacidad ni usar el sexo como analogía por el hecho de que se trata de una mujer, que una mujer, tendría inmunidad ante ese tipo de caracterización irreverente, que es característica del medio de expresión que es la caricatura (me refiero a lo irreverente y mordaz y a lo ajeno a nociones de corrección política). Parece que la formulación de las frases por parte de Kike, la falta de contexto de algunas lecturas que no tenían la perspectiva que era una respuesta mayormente al sector tradicional, llevó a algunos críticos a interpretar que se trata de un ataque misógino de Kike a las mujeres en general. Sin embargo, lo que cuestiona es precisamente el hecho de que alguien plantee que no se puede ser mordaz, irreverente, o entrar en analogías sexuales si la persona a quien va dirigida la sátira y la crítica es una mujer. 


Para leer esta secuencia en forma justa conviene ver los dos dibujos y el texto que escribió explicando el contexto y en cierta forma sus caricaturas sobre el tema. Yo entiendo que Kike, en su arte político que es la caricatura, siempre está del lado de las mejores causas, incluido el feminismo, y siempre ha sido fiel a su conciencia y su libertad expresiva a riesgo de todo y lo seguirá siendo.


Ha habido una controversia muy válida sobre el tema a raíz de la publicación, pero también hubo campañas llamando a la censura, llamando a dejar de seguir a PlanetaKike e insultos personales totalmente fuera de lugar. Claro, peor les fue a los parisinos que los fanáticos político religiosos los masacraron en su sala de redacción. A Kike han tratado de lincharlo de otras maneras en que coincidieron izquierdas y derechas, sectores feministas y sectores claramente machistas. La comisionada colonial y su grupo deben haber quedado sumamente complacidos con el linchamiento. Entiendo que todo irá cayendo en su justa perspectiva hasta donde sea posible, porque el trabajo artístico político de PlanetaKike en defensa de los derechos humanos, de los derechos de nuestro pueblo y de los derechos de las mujeres. 


Esta fue la primera respuesta de Kike a quienes reclamaban "respeto" para la comisionada: 


Esta es la de los letreritos, que ofendió a personas del sector feminista también: